Las aves que comen néctar se llaman aves nectarívoras si el néctar constituye una gran proporción de la mayoría de su dieta, como en el caso de los colibríes.
Características
El néctar es una solución diluida de varios azúcares y, en algunas flores, también contiene bajas concentraciones de polisacáridos, aminoácidos y lípidos. Ningún pájaro puede confiar completamente en el néctar debido a su falta de aminoácidos esenciales. Los insectos suelen ser los otros alimentos que comen las aves que suministran los nutrientes que faltan en el néctar. Los colibríes son las aves más prominentes que dependen en gran medida del néctar en su dieta.
La mayoría de los nectarívoros tienen picos y lenguas relativamente largos y estrechos que parecen ser una adaptación para recuperar el néctar de las flores. Las lenguas contienen surcos, cerdas y papilas, que aumentan la superficie y facilitan la acción capilar para extraer el néctar. Las aves pueden consumir rápidamente el abundante néctar de las flores. Algunas aves pueden llenar su gran cosecha con néctar y luego descansar mientras la cosecha se vacía durante la digestión.
Los nectarívoros tienden a tener mollejas más pequeñas y menos musculares e intestinos más cortos. Las aberturas proventriculares y pilóricas de la mayoría de los nectarívoros se encuentran en el mismo plano, de modo que el néctar puede evitar la luz de la molleja. Las cecas son vestigiales y el recto es corto.
El néctar se digiere rápidamente y casi por completo. Un colibrí puede obtener un contenido energético metabolizable de glucosa, fructosa y sacarosa de más del 95%. Para obtener los otros nutrientes que necesitan, los colibríes adultos pasan alrededor del 25% del tiempo buscando artrópodos de cuerpo blando y aumentan este esfuerzo durante la cría.
El consumo de grandes cantidades de néctar impone la necesidad de altas tasas de excreción y la pérdida de electrolitos que deben ser reemplazados. Tal reemplazo puede provenir principalmente de insectos, pero también de comer arena o lamer cenizas.
Los nectarívoros tienen crías altriciales con rápido crecimiento y altos requerimientos de proteínas. Los nectarívoros adultos alimentan a sus crías con una dieta predominantemente de insectos con cantidades crecientes de néctar a medida que envejecen.
Las flores que atraen a sus polinizadores nectarívoros tienden a ser rojas y sin olor. Las concentraciones diluidas de azúcar y aminoácidos facilitan la rápida absorción por las aves, a diferencia de las concentraciones más altas en flores polinizadas por insectos. Las bajas concentraciones también pueden promover una alimentación más amplia de las aves y una distribución más amplia de polen entre la población de flores.
Ningún pájaro tiene una dieta exclusivamente de néctar. Si un pájaro no hiciera nada más que beber néctar, sufriría deficiencias nutricionales debido a la falta de proteínas, aminoácidos y minerales esenciales. Muchas aves que beben néctar obtienen esas otras partes críticas de su dieta al comer insectos, incluidas las arañas y las orugas. Las aves con una dieta más variada no tienen problemas para satisfacer sus necesidades nutricionales, incluso si beben de las flores ocasionalmente.
Además de las aves, muchos otros tipos de vida silvestre disfrutan del néctar. Los osos, mariposas, murciélagos, ardillas, mapaches, insectos, colibríes, lagartijas y otros animales salvajes pueden beber néctar dependiendo de cómo esté disponible y de qué otras fuentes de alimentos estén cerca.
Sobre el néctar: La producción de néctar es una forma en que algunas plantas con flores atraen a los polinizadores como a las aves. A medida que los visitantes beben el néctar, se frotan contra la cabeza y picos productora de polen de la flor y luego la transfieren a otras flores mientras se alimentan en diferentes áreas. Esto permite que la planta se reproduzca, y el néctar es la motivación de los polinizadores para visitar múltiples flores y difundir el polen para una mayor variación genética entre las plantas.
La cantidad y composición de néctar varía para cada especie de flor, pero generalmente contiene principalmente agua y azúcar con trazas de proteínas, carbohidratos, sales y aminoácidos. El contenido de azúcar varía de 3 a 80 por ciento dependiendo del tipo de flor y la calidad del suelo. Las flores regenerarán su néctar con el tiempo, aunque el tiempo de regeneración también varía de unos minutos a varias horas. La temperatura, la humedad del suelo y la edad de la planta pueden afectar la rapidez con que se repone el néctar y la cantidad que se produce a la vez.
La ornitofilia o polinización de aves es la polinización de las plantas con flores por las aves. Esta asociación coevolutiva a veces (pero no siempre) se deriva de la polinización de insectos (entomófila) y está particularmente bien desarrollada en algunas partes del mundo, especialmente en los trópicos, el sur de África y en algunas cadenas de islas. La asociación implica varias adaptaciones vegetales distintivas que forman un «síndrome de polinización». Las plantas suelen tener flores coloridas, a menudo rojas, con largas estructuras tubulares que sostienen un amplio néctar y orientaciones del estambre y el estigma que aseguran el contacto con el polinizador.
Las adaptaciones de plantas para ornitofilia pueden agruparse principalmente en aquellas que atraen y facilitan la transferencia de polen por las aves, y aquellas que excluyen a otros grupos, principalmente insectos, protegiendo contra el ‘robo’ de néctar y polen. Los óvulos de las flores de los pájaros también tienden a tener adaptaciones que los protegen del daño durante el forrajeo vigoroso de los picos de las aves.
Las flores de las especies de plantas generalizadas polinizadas por aves difieren de las polinizadas por aves especializadas, como los colibríes o las aves solares, al carecer de tubos largos de corola y tener estambres disecados con forma de cepillo. La mayoría de las flores polinizadas por pájaros son rojas y tienen mucho néctar. También tienden a ser sin perfume.
El néctar de las flores ornitófilas varía en la composición del azúcar, siendo las hexosas altas en especies polinizadas por paseriformes, mientras que las polinizadas por insectos tienden a ser ricas en sacarosa. Sin embargo, las flores polinizadas por el colibrí tienden a ser ricas en sacarosa.
Clasificación
Las principales clasificaciones de las familias de aves especializadas en alimentación de néctar que participan en la ornitofilia son los colibríes (Trochilidae), las aves solares (Nectariniidae) y los comedores de miel (Meliphagidae).
Otros grupos importantes de aves incluyen los de las familias Icteridae, los melícolas (Thraupidae, Drepanidae), los ojos blancos (Zosteropidae) y las aves azucareras sudafricanas (Promeropidae). Las aves pueden obtener néctar ya sea al posarse o revoloteando con este último que se encuentra principalmente en los colibríes y las aves solares. Dentro de los colibríes, se observan dos tipos de alimentación con los colibríes «ermitaños» territoriales y los no ermitaños que se alimentan a distancias más largas.
Las aves involucradas en ornitofilia tienden a ser nectarívoros especializados con lenguas matorrales y picos largos, que son capaces de volar o lo suficientemente ligeros como para posarse en las estructuras florales.
Las aves pueden acceder al néctar de varias maneras. Las aves con picos más largos y delgados, como los colibríes, las bananas y los pájaros del sol, insertan sus picos en la flor para que puedan lamer el néctar directamente.
Las aves con picos afilados, como currucas, pájaros carpinteros y verdins, perforan el fondo de la flor para liberar el néctar almacenado para que pueda beberse fácilmente. Las aves con picos más fuertes, como los pinzones, mordisquean la flor, aplastan la flor y liberan el néctar de esa manera.
En algunas aves, como los ojos blancos, el polen espolvoreado por las plantas en la frente de las aves puede aumentar el desgaste de estas plumas, lo que aumenta la muda y el reemplazo.
Las más populares
Muchas aves diferentes beben néctar, ya sea como una parte importante de su dieta o como un tratamiento complementario cuando está fácilmente disponible. Las aves que se sabe que beben néctar en diversos grados incluyen:
Los colibríes tienen la capacidad de digerir sacarosa a diferencia de muchos paseriformes que prefieren hexosas (fructosa y glucosa). Los estorninos y sus parientes evitarán por completo la sacarosa. Las aves que se alimentan de néctar generalmente tienen un mecanismo para excretar rápidamente el exceso de agua.
Es posible que tengan que beber de cuatro a cinco veces su masa corporal de líquido durante el día para obtener suficiente energía.
Los colibríes son capaces de excretar desechos nitrogenados como amoníaco, ya que pueden permitirse una mayor pérdida de agua que las aves que se alimentan de fuentes de alimentos de baja humedad.
Los colibríes y las aves solares también tienen adaptaciones anatómicas y fisiológicas especiales que les permiten excretar rápidamente el exceso de agua. Los colibríes también pueden desactivar su función renal por la noche.
- El colibrí de Anna (Calypte anna): un colibrí de tamaño mediano nativo de la costa oeste de América del Norte, lleva el nombre de Anna Masséna, duquesa de Rivoli. A principios del siglo XX, los colibríes de Anna se criaron solo en el norte de Baja California y el sur de California. El trasplante de plantas ornamentales exóticas en áreas residenciales a lo largo de la costa del Pacífico y los desiertos continentales proporcionó néctar expandido y sitios de anidación, permitiendo a las especies expandir su rango de reproducción.
- El ruidoso minero (Manorina melanocephala): es un ave de la familia Meliepa, y es endémica del este y sureste de Australia. Este minero es un pájaro gris, con una cabeza negra, pico y pies de color amarillo anaranjado, un distintivo parche amarillo detrás del ojo y puntas blancas en las plumas de la cola. La raza de Tasmania tiene un panel amarillo más intenso en el ala y una punta blanca más ancha en la cola.
- Los machos, las hembras y los juveniles son similares en apariencia, aunque las aves jóvenes son de color gris parduzco. Como su nombre común sugiere, el ruidoso minero es una especie vocal con una gran variedad de canciones, llamadas, regaños y alarmas, y vocalizaciones casi constantes, particularmente de pájaros jóvenes.
- El colibrí garganta de rubí (Archilochus colubris): es una especie de colibrí que generalmente pasa el invierno en América Central, México y Florida, y migra al este de América del Norte durante el verano para reproducirse. Es, con mucho, el colibrí más común visto al este del río Mississippi en América del Norte.
- El bananaquit (Coereba flaveola): es una especie de ave paseriforme de relación incierta. Se coloca tentativamente en la familia de las tangaras. Su clasificación se debate, y a menudo se la ubica en su propia familia: Recientemente se ha sugerido que el bananaquit debería dividirse en tres especies, pero esto aún no ha recibido un reconocimiento generalizado. Este pequeño y activo nectarívoro se encuentra en partes más cálidas de las Américas, y generalmente es común.
- El carbonero de capa negra (Poecile atricapillus): es un pájaro cantor pequeño, no migratorio, norteamericano que vive en bosques caducifolios y mixtos. Es un ave paseriforme de la familia Paridae Parus. Es el ave estatal de Massachusetts y de Maine en los Estados Unidos, y el ave provincial de Nuevo Brunswick en Canadá. Es bien conocido por su capacidad para bajar la temperatura de su cuerpo durante las frías noches de invierno, así como por su buena memoria espacial para reubicar los escondites donde almacena comida, y su audacia cerca de los humanos (a veces alimentándose de la mano).
- Los pinzones de Darwin (también conocidos como pinzones de Galápagos) son un grupo de unas 15 especies de aves paseriformes. Son bien conocidos por su notable diversidad en la forma y función del pico. A menudo se clasifican como la subfamilia Geospizinae o tribu Geospizini. Pertenecen a la familia de las tangaras y no están estrechamente relacionadas con los verdaderos pinzones. El pariente más cercano conocido de los pinzones de Galápagos es el Tiaris obscurus Fueron recogidos por primera vez por Charles Darwin en las Islas Galápagos durante el segundo viaje del Beagle. Además del pinzón Cocos, que es de la isla Cocos, los otros solo se encuentran en las Islas Galápagos.