Aves Paraíso
¿QUÉ SON LAS AVES DEL PARAÍSO?
Las aves del paraíso (Paradisaeidae) son aves de la familia de la mailia Paradiseidos, aunque en ocasiones se consideran dentro de la familia Corvidae. Estas aves son conocidas tanto por sus hermosos plumajes como por sus rituales de apareamiento tan espectaculares.
Las aves del paraíso, habitantes de un reino tropical muy lejos del mundo occidental, han sido foco de los científicos desde siempre. En 1871 Charles Darwin, se refirió a las aves del paraíso "cuando contemplamos un ave macho exhibiendo de manera tan refinada sus plumas elegantes de espléndidos colores ante la hembra, resulta imposible dudar que esta no admire la hermosura de su pareja masculena".
Aunque han pasado casi 200 años estas aves siguen interesando a los biólogos de todo el mundo. Demostrando tras miles de hora de observación que estos comportamientos tan llamativos tienen una base ecológica.
Además, hoy día se sabe que estas aves, que se alimenta sobre todo de frutos, desempeñan un papel fundamental en la conservación de la selva Papú (Papúa Nueva Guinea).
Tipos de Aves del Paraíso
Hábitat y distribución
Hay 42 especies en la familia Paradiseidos. De ellas 36 son endémicas de Nueva Guinea y de sus islas satélite, otras cuatro son de Australia y dos de las islas Molucas de Indonesia.
Casi todas las aves del paraíso necesitan un bosque húmedo para vivir. La mayoría están restringidas a un rango de elevación, como las tierras bajas, el monte medio, el monte alto o el subalpino
Características, comportamiento y reproducción
La familia incluye varias aves que tienen un aspecto externo muy diferente:
- Aves del paraíso falciforme
- Parotias
- Astrapias de largas colas
- Manucodias de azules oscuros
Todas son de constitución fuerte de patas potentes, pero de una especie a otra hay una gran diferencia de colores y plumaje. En la mayoria de las especias las aves son sexualmente dimórficas, que significa, machos y hembras bastante diferentes en cuanto a su aspecto.
Los colores vivos y sobre todos los cortejos tan espectaculares de los machos son un testimonio brutal de la selección sexual dando derecho o no a reproducirse. La competencia entre los machos para poder reproducirse explica las enormes diferencias entre machos y hembras, muy comunes en el reino animal. Por ejemplo las grandes astas de un ciervo macho frente a la cabeza sin cuernos de la hembra.
En la actualidad, buena parte del debate sobre la selección sexual se centra en la naturaleza de las interacciones entre machos, así como de las que se dan entre machos y hembras.
¿Por qué es tan potente la diferencia sexual en algunas aves del paraíso y no en otras?
¿Representan, las plumas vistosas de los machos, distintivos de dominancia dentro de una jerarquía de apareamiento, o bien informan a la hembra sobre la salud física y el vigor de su portador?
Si se trata de esto último, ¿hay alguna prueba de que las hembras escogen a sus machos guiadas por las características físicas?
Aunque todavía no podemos responder exhaustivamente a estas preguntas, se ha avanzado mucho en el de las bases ecológicas del comportamiento en las aves del paraíso. Pero antes de entrar en materia y hablar de los éxitos recientes es preciso recordar la organización social de los Paradiseidos.
Organización social
No todas las aves del paraíso presentan dimorfismo sexual. Nueve de las 42 especies de la familia son monomórficas; es decir, machos y hembras tienen un aspecto casi idéntico. Las especies monomórficas, como la manucodia trompetera, Manucodia keraudrenii, son, además, monógamas: la pareja se une mediante lazos estrechos, que quizá duran toda la vida. Asimismo, ambos sexos cooperan en la cría de los jóvenes.
Por el contrario, las especies dimórficas, como el ave del paraíso de Raggi, Paradisaea raggiana, son poligínicas: los machos son promiscuos y en una sola estación se aparean con todas las hembras que pueden. Después de la cópula, las hembras no reciben ninguna ayuda adicional de los machos y crían solas a sus polluelos.
¿Por qué, en particular, unas especies son poligínicas y otras monógamas?
La respuesta tiene dos partes. La primera guarda relación con la influencia de la anisogamia, la desigualdad de las células sexuales masculinas y femeninas, sobre la poliginia; la segunda (como explicaré más adelante) tiene que ver con el comportamiento de obtención de alimento de una especie y con el impacto nutritivo y económico de la dieta en las estrategias reproductoras.
Así, en una población monógama, en la que hay poca competencia porque los individuos establecen lazos
duraderos con su pareja, encontramos escaso dimorfismo sexual. En una población poligínica, donde la competencia es intensa, la evolución tiende al dimorfismo porque los machos con el plumaje más brillante y las exhibiciones más refinadas se aparean con más hembras, con lo que transmiten más de sus genes y rasgos
a la siguiente generación. Para un macho que está compitiendo con sus vecinos, una diferencia mínima (un canto más fuerte, un comportamiento más agresivo o plumas más llamativas) puede decidir entre ninguna cópula y múltiples cópulas.
Tanto en las poblaciones monógamas como en las poligínicas, las hembras suelen mostrar colores apagados. Puesto que siempre están solicitadas por los machos, no necesitan ser vistosas para reproducirse. Se cree que,
en ausencia de valor reproductivo alguno para la coloración vistosa, la selección natural favorece a las hembras
de aspecto deslustrado frente a las de colores vivos: una hembra críptica o camuflada que cuida del nido tiene
menos probabilidad de atraer a los depredadores que buscan huevos o polluelos.
Los machos del ave del paraíso de Raggi, como los que vi exhibiéndose juntos en 1975, son, en muchos aspectos, característicos de las especies sexualmente dimórficas y poligínicas. Su ritual de cortejo es complicado y, puesto que lo realizan simultáneamente varios machos cuando se encuentran juntos, resulta también competitivo. Un grupo de machos que cortejan, el llamado lek, se reúne cada mañana al amanecer en un árbol de exhibición. Advierten su presencia a las hembras que se hallen al alcance del oído, con fuertes gritos, con volumen y velocidad
crecientes. Si una hembra acude, en respuesta, al árbol de exhibición, los machos inician una danza de cortejo:
levantan sus plumas anaranjadas de exhibición, agitan sus alas y saltan de un lado a otro, mientras continúan
con su reclamo.
Después de una breve tanda de ruidoso comportamiento de exhibición, los machos se vuelven silenciosos y
quedan colgados cabeza abajo, con las alas dirigidas hacia delante y las plumas anaranjadas enhiestas, formando un surtidor coloreado y refulgente. El grupo mantiene esta postura hasta que la hembra, que se mueve silenciosamente
entre -los machos, escoge a su pareja y se agazapa a su lado. Los otros machos observan pasivamente cómo el
macho elegido realiza una danza precopulatoria y luego monta a la hembra y se aparea con ella. Esta se separa
de su pareja poco después y se va volando hasta su nido, donde uno o dos días después pondrá un huevo.
Los machos de las demás especies poligínicas se comportan de formasimilar, pero cada especie tiene su propio
ritual de cortejo, que es realzado por el color y plumaje distintivos del macho. Por ejemplo, el macho de una
de las aves del paraíso de pico falciforme, Epimachus albertisi, se exhibe colgándose cabeza abajo y extendiendo
sus plumas para formar un manto circular. El ave del paraíso magnífica, Cicinnurus magnificus, forma un escudo
de plumas que parece una gorguera alta y baila como un juguete mecánico, con las plumas caudales enhiestas, mientras se cuelga de una rama vertical. La parotia o ave del paraíso de Lawes, Parotia lawesii, se exhibe en el suelo del bosque de una forma sorprendente: mientras la hembra observa desde arriba, el macho extiende hacia delante sus seis rígidas plumascefálicas, comosi se tratara de antenas, expande sus plumas hasta que forman una falda y salta delicadamente a uno y otro lado.
En algunas especies poligínicas, comoel ave del paraíso de Raggi, los machos forman grupos de apareamiento,
o leks, en los que se congregan y se exhiben ante las hembras visitantes. El tipo de lek varía de una especie a otra. Las aves del paraíso de Raggi, por ejemplo, tienden a congregarse en un árbol, mientras que los machos del ave del paraíso de Lawes forman un lek expandido: en vez de amontonarse, de modo que cada macho se encuentre a escasos metros de su vecino, se sitúan separados unos de otros de una docena a un centenar de metros o más, pero siguen actuando como miembros de un único grupo de apareamiento. En algunas especies, comoel ave del paraíso magnífica, los machos son solitarios y no forman ningún lek.
La presencia o ausencia de leks plantea preguntas adicionales sobre la evolución de las estrategias de apareamiento
en los Paradiseidos. En la mayoría de leks, uno o dos machos dominantes, por lo general los que están posados en la vecindad del centro del grupo, se aparean con más frecuencia. Sólo en contadas ocasiones los machos periféricos tienen una oportunidad de aparearse. Por ejemplo, en un lek del ave del paraíso menor, Paradisaea minor, registré que
un único macho realizó 25 de las 26 cópulas observadas durante un mes de la época de apareamiento.
¿Por qué razón, si la competencia entre machos es tan feroz, se congregan de manera tan estrecha? ¿Acaso las
probabilidades de apareamiento de un macho no serían superiores fuera de un lek?. ¿Y por qué algunas especies
forman leks y otras no?
Las respuestas a las preguntas indican que la formación de un lek, lo mismo que la poliginia, se relaciona con la ecología de forrajeo u obtención de alimento de una determinada especie.
Dieta de las aves del paraíso
La mayoría de las aves del paraíso se alimentan tanto de insectos como de fruta, pero especialmente de fruta. Las aves del paraíso son importantes dispersores de semillas de frutas. Son más ágiles y acrobáticas que otras aves y eso les permite comer más tipos de fruta. Además, sus intestinos son menos destructivos para las semillas que los de otros animales, y viajan más lejos que otras aves fruteras, por lo que es más probable que dispersen las semillas lejos de
de la planta madre.
Se cree que algunos árboles frutales dependen totalmente de las aves del paraíso para
para la dispersión de las semillas.
Los científicos han descubierto una correlación que la mayoría de las especies poligínicas eran frugívoras, mientras que la mayoría de las especies monógamas eran total o predominantemente insectívoras. También demostraron que buscar insectos requería más tiempo y energía que buscar frutos; y razonaron que sólo comiendo frutos los machos poligínicos tendrían tiempo suficiente para dedicarse a sus promiscuas estrategias de apareamiento.
Como hemos visto la organización social de las aves del paraíso está influenciada por la ecología alimentaria de la especie. La manucodia trompetera es, a la vez, monomórfica y monógama: machos y hembras forman lazos estables y cooperan en la cría de los jóvenes. Se alimentan, sobre todo, de higos. Los dos progenitores suministran a sus pollos una dieta de pulpa de higo.
El ave del paraíso de Raggi (centro) es dimórfica y poligínica. Los machos cortejan activamente a las hembras y luego se aparean con las que sean receptivas; la pareja no establece lazos estables y las hembras crían solas a sus crías. Las aves del paraíso de Raggi comen principalmente frutos complejos, como los del caobo. Los machos forman grupos
de apareamiento llamados leks, con la intención de atraer a las hembras que forrajean por la selva.
El ave del paraíso magnífica, asimismo dimórfica y poligínica, se alimenta, como la de Raggi, de frutos complejos, la nuez moscada entre ellos. Pero los machos de esta especie poseen comportamientos solitarios; cada uno establece un terreno de exhibición en medio de la maleza, que incluye un área circular que se despeja de hojas. El macho canta desde su soto y, si una hembra lo visita, se exhibe ante ella desde una rama o desde una liana.
Amenazas y depredadores
Los depredadores más importantes del ave del paraíso son las serpientes, los halcones y los búhos.
Por otro lado la mayor de las amenazas para las aves del paraíso es la destrucción de sus hábitats forestales, mediante
la tala de árboles, la agricultura de subsistencia y el crecimiento y desarrollo de la población. La destrucción de su hábitat podría convertirse en un problema. Además, muchas especies de aves del paraíso tienen áreas de distribución muy pequeñas, lo que las pone en peligro.
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